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2006-09-20 07:41 pm

Comenzando de nuevo

He decidido que esta será la última vez que escriba en este cuaderno. He decidido darlo al templo para que haya almenos un testimonio de la obra de mi tío puesto que, a ya casi un año de aquello, nadie esta seguro de quien fue el Invocador que trajo la actual calma.

Se escuchaba el nombre de Aephral al principio, pero con forme ha pasado el tiempo poco a poco se ha ido diluyendo. Me parece ridículo como la gente sólo es capaz de rezarle a aquellos cuyas estautas adornan los templos, y olvidan a todos los demás.

En fin, como última aportación a esta historia, creo que tengo la obligación de relatar lo que ha sido de mi vida desde la última vez. Pues bien, aquí va.

He comenzado a entrenar mucho y aprendí a usar el sable largo. Lo obtuve como pequeño presente de parte de la mamá de Rhafim la última vez que pude verlo. Hace ya varios meses fui a visitarlo y estaba bien, pero cuando volví a buscarlo, el pequeño pueblo donde vivían había desapaecido. Escuche del sacerdote del templo que ahí había que los Al Bhed de esa zona fueron desalojados y echados de ahí junto con sus maquinas prohibidas. Me entristeció mucho la idea porque Rhafim era mi amigo, no sé si volveremos a vernos pero, no sé, no me siento desalentado.

Bueno, como estaba diciendo, decidí entrenarme porque quiero convertirme en Guardián. Lo cierto es que la Calma acaba de empezar, pero para mi es tiempo a penas para poder obtener todo lo que debo para ser Guardian. ¿De dónde saqué la idea?, sonará descabellado pero fue de Beilia.

Ella y yo no hemos llegado aún a un buen acuerdo pero creo que las cosas estan mejorando. Hace unos meses, cuando yo apenas comenzaba a adaptarme a mi nueva vida, ella llegó a mi puerta con una canasta de panecillos caseros. Me dijo que estaba muy flaco y que seguramente no estaba comiendo adecuadamente, y me los dio. No dudo que su hermano la haya obligado a hacerlo pero se lo agradezco, porque gracias a eso he sido capaz, finalemnte, de disculparme con ella.

No fue rápido, incluso han pasado ya un par de meses y es como si acabaramos de conocernos de unos días. No hablamos mucho, pero, a veces, ella llega a mi casa y me ayuda a cuidar de las flores. Ella me dijo que quería convertirse en Guardian, que había aprendido mucho de la experiencia del peregrinado de Aephral y que había entendido algo que antes no comprendía, aunque hasta la fecha no me ha dicho que es.

Le dije entonces que me dejara hacer lo mismo, que me premitiera volver a ser su compañero de equipo como cuando éramos niños. Nunca me dió una respuesta concreta, pero no me rechazó cuando le dije que era hora de empezar a entrenar. Hemos sido compañeros de armas desde entonces y entrenamos por las tardes en el patio trasero de su casa, siempre bajo la mirada vigilante de Falker.

Ha sido dificil pero me he adaptado poco a poco. Beilia se ha convertido en una parte muy importante de mi vida. Antes yo pensaba que nunca volveríamos a ser amigos pero las cosas se han ido reconstruyendo poco a poco y tengo la certeza de que en algún tiempo volveremos a ser amigos.

Me acuerdo mucho de aquel tiempo en que ella y yo fuimos una pareja, yo era muy joven y ella también, en aquel entonces seguramente que todo aquello era más bien como un juego, pero ahora, cuando me acuerdo, siento algo que no puedo describir. He pensado que tal vez no me equivoqué al decir que los sentimientos estan ligados a la memoria. Cuando recuperé mis recuerdos, a pesar de que podía recordar mi tiempo con ella, no podía decir que seguía sintiendo lo mismo, y seguramente que ella me odio por ello. No esoy seguro si la quiero igual que antes pero si sé que hay algo en ella que me gusta mucho.

Lo cierto es que tiene un caracter terrible y un excelente puñetazo izquierdo, pero cuando se viste con su ropa de siempre y viene a ayudarme a regar las plantas, me gusta mucho. Sé que lo que fuera que ella hubiera sentido por mi, yo mismo lo destruí, pero sé también que me he sabido ganar un nuevo lugar en su corazón. No creo que sea el mismo, pero pienso que es mejor así. Dejar todas aquellas oscuras cosas detrás es lo mejor, tanto para ella como para mi.

Sé que con los poquitos avances que he hecho, mis padres y Aephral estarían orgullosos de mi. Al principio pensaba que hubiera sido mejor que también yo muriera, pero aparentemente, mi historia no tenía que terminar todavía, y por Beilia, voy a extenderla todo lo que sea necesario.

Estoy contento, decidí donar este diario al templo a fin de dejar atrás para siempre esta etapa de mi vida porque quiero comenzar algo nuevo. No puedo seguir pensando en el pasado, en los errores que cometí ni en las cosas malas que pasaron por ellos, a partir de ahora todo tiene que ser nuevo.

Esta mañana, cuando vino a mi casa como todos los días a ayudarme con las flores, estaba vestida con una falda larga blanca de bordados azules, y tenía también una blusa corta de mangas largas. Sonrió y yo le sonreí de vuelta. Comenzé a sacar todas las cosas de jardinería de la casa y cuando me volté ella había cortado una de esas flores que le gustaban. Me miró y me dijo que, a veces, para que la planta florezca mejor, es necesario cortar algunos brotes.

No sé si eso tuvo algo que ver pero no pude evitar sonreír y acercarme. Tomé su mano y ella sólo me mirpo con cierta sorpresa, pero no me rechazó, al contrario, ella también estrechó la mia.

No dijimos nada, ni siquiera hicimos jardinería al final. Ella se fue a casa diciendo que debía preparar la comida y yo decidí entrar y escribir. Voy a terminar con esto de una vez, quiero tener la mente limpia de nuevo para ella.

Creo que no sé de que forma terminar esto de vez en cuando, después de todo ha sido una parte determinante de mi vida y no es fácil darse la vuelta y decir que el pasado no importa, porque lo cierto es que, si no me hubiera sucedido lo que me sucedio, seguramente yo no estaría aquí ahora.

Nunca olvidaré a nadie. No olvidaré a Rhafim ni a su rata y Chocobo, tampoco olvidaré a Sanyed a pesar de que no la he visto desde nuestra separacion ni he sabido nada de ella. No olvidare a mi madre ni a mi padre a pesar de todas las cosas que me hicieron pasar, ni olvidaré a mi tio, porque de no ser por él yo no estaría aqui.

Sin embargo es hora de dejar todo atrás, mi presente esta quí, en esta casita, en los ojos de Beilia. Todos vamos a estar bien, yo voy a estar bien. La historia continuará hasta que se terminen los tiempos pero por ahora, al menos por ahora, hasta aquí quedará la historia del peregrinado de Aephral.

El único invocador sin estatua.
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2006-08-16 09:54 pm

Todo terminó

Escribo esto mientras aguardo a que salga el sol.

Fue rápido, tan sólo un día desde la última vez que escribí. Comenzamos a cruzar las ruinas en silencio. Sólo Rhafim parecía contento y es que, al enterarse del destino de Aephral, no sé, pareció tomarlo muy bien. No recordaba que Rhafim ignoraba que tras hacer la última invocacion, el invocador moría. Vi la expresión de su cara y sé que le cayó de peso, aunque al final se lo tomara con tranquilidad. No sé si hablaba de la muerte de Aephral constantemente a fin de no hacerlo sentir mal, o si era a fin de hacerse a si mismo sentir bien, no lo sé, pero me gustaría tener la energía que el tuvo desde el principio y hasta el final.

Cuando ya casi llegabamos al templo le comenté a Aephral sobre Hawk, que él era el tipo de negro, y le pregunté si estaba seguro de que en verdado lo había matado. Me dijo que sí y yo dudé; le dije que lo había visto cuando me uní a los fanáticos y que había sido él quien me hizo olvidar diciendo que no me permitiría interferir. Le pregunté a mi tío si sabía a lo que se refería y él sólo dió un respingo. "Quizás..." me dijo.

Cuando llegamos al templo de Zanarkand atravesamos una especie de salon muy grande, luego un par de cámaras contiguas y al final había una plataforma que nos llevó a un piso superior. Todos estabamos en silencio, no estabamos seguros de lo que sucedería ahora y, de pronto, nos encontramos en un lugar muy extraño.

Definitivamente estabamos dentro del edificio en ruinas y, sin embargo, un cielo estrellado nos rodeaba a donde quiera que mirábamos. Ante nosotros aparecio una mujer de gran porte, un tanto altiva. Por alguna razón ella pareció reconocer a mi tío y recordé que él ya había venido aqui antes, como guardian de mi madre.

Eella nos dió una extraña bienvenida y enseguida le dijo a mi tío que hiciera su elección. Niguno de nosotros entendía de que hablaba, pero luego ella lo explicó: Alguien debía ofrecerse para ser el "sacrificio" y convertirse en el Aeon final. Decía que lo ideal era que se treatase de alguien con quien tuviera un fuerte vínculo.

Po un momento mi menté voló sola y me dije a mi mismo que quería ser yo, que yo quería ser el Aeon de mi tío. De esta forma no volvería a quedarme solo cuando él se fuera ya que yo iría con él, pero luegto vinieron a mi mente muchas cosas, entre ellas lo que Aephral había estado haciendo durante todo el viaje, Sanyed dijo que al alejarme de su lado mi tío solo intentaba protegerme. Si al final de todo yo muriera junto con él, estoy seguro de que él estaría muy triste y yo no quería que vilviera a llorar por mi, ni una vez mas. Creo que fue por eso que me quedé callado y no dije nada cuando Aephral se ofreció a si mismo como sacrificio. Me sorprendí pero tenía la sensación de que haría algo así, despúés de todo, él no dejaría que nos pasara nada a ninguno de nosotros.

La mujer dió un respingo y al principio no estaba de acuerdo pero luego de alegar un rato con mi tío, accedio. Lo cierto era que ella tenpia razón, ¿Quien controlaría al Aeon final si el Invocador se convertía en él?. Mi tío dijo que había un invocador que lo haría, otro aparte de él. Yunalesca accedió y yo supuse, al principio, que ese otro invocador de quien mi tío hablaba era la sombra de mi madre.

Se fueron los dos solos por unas escaleras que llevaban a ningun lado y nosotros fuimos obligados a salir del templo. Esperaríamos afuera a niestro Invocador tal y como decían las reglas. La espera fue mucho mas corta que en ocasiones anteriores, pero para mi fue la más dura, la más inquietante. Me preguntaba si volvería a ver a Aephral al menos una vez mas porque, cuando se fue con ella, yo no había podido decirle nada. Para mi fortuna se me concedió mi deseo.

Aephral apareció caminando a traves de la puerta, parecía el mismo de siempre y me pregunté que era lo que habpia sucedido. Estaba por preguntarle algo cuando apareció Hawk hondeando nuevamente esa espada roja. Esta vez se había retirado la capucha y pude ver su cara, sonriente, burlona... cruel. No podía creer que realmente se tratara del padre amoroso que yo recordaba.

Aephral se acercó a él y al principio intercambiaron ataques, luego, de pronto, hablaban. Cuando Aephral levantó el báculo y comenzó a hacer esa danza ritual que se usa para enviar a las almas de los muertos al otro mundo, Hawk poco a poco comenzó a convertirse en pequeñas luces incandecentes que flotaban en el aire. Me pareció ver por un momento la expresión del viejo Hawk en él cuando, finalmente, desapareció.

Por un momento no comprendí porque no había opuesto resistencia, pero luego comprendí que, lo que Hawk quería era ser Enviado, supongo que luego de morir, toda su tristeza y su odio lo mantuvo atrapado en este mundo y lo convirtio en "el sujeto de negro". Después de todo, no hubo nadie que pudiera Enviarlo en aquel momento.

Lo cierto es que la violencia no era necesaria, ¿Porque no simplemente le pidió a Aephral que lo hiciera? Eso es algo que creo que nunca comprenderé.

Emprendimos el viaje de regreso, esta vez en busca de Sin, no obstante no llegamos muy lejos y pronto nos detuvimos. No cenamos, todos estabamos demasiado expectantes, como si supieramos lo que iba a suceder desde el principio. Entonces, luego de un rato de silencio, Aephral se levantó "Yo pelearé sólo" dijo "Les agradezco que vinieran hasta aqui conmigo"

Quise llamarlo pero la garganta se me hizo un nudo. De pronto Sin estaba justo frente a nosotros y no pudimos mas que retroceder ante su aterradora grandeza, todos menos mi tío, quien exendiendo los brazos nos sonrió por última ves y de pronto hubo mucha luz. Me quedé ciego por un momento y no estoy seguro de lo que sucedió, pero recuerdo claramente haber visto un par de gigantescas alas blancas antes de despertar de lo que pareció ser un sueño y encontrarme jundo a Sanyed, Rhafim y Beilia en medio de las ruinas de Zanarkand y bajo el oscuro cielo estrellado.

Me tardé un momento en darme cuenta de que mi tío, Aephral, se había ido. Esta vez no importa cuanto corriera o cuanto le llamara, no volvería a alcanzarlo, no volvería a girarse y sonreír. Yo no volvería a salvarlo de carse de las escaleras ni volvería a hablar con él... nunca.

No volveré a verlo... nunca.

No estoy seguro de si lloré en ese momento. Fue como si todo se hubiera detenido. Ahí estabamos los cuatro completamente callados y esperando absolutamente nada porque ya no había nada que esperar, ya todo se había terminado.

A los pocos minutos Falker apareció. Al final él también había llegado a Zanarkan pero era tarde para él, mi tío le habpia ganado... que irónico me pareció en ese momento que él, el perdedor en la competencia, fuera el seobreviviente de la misma. No es que sedeara que las cosas fueran al reves, simplemente me pareció irónico.

Mientras dejábamos Zanarkand Falkes nos explicó que le había prometido a Aephral que él lo haría, que él sería el invocador de su Aeon final. Descubrí entonces que, cuando mi tio le dijo a la mujer del templo que había un invocador aparte de él, no estaba hablando de mi madre, sino de Falker. Entonces concluí que fueron Falker y mi tío quienes lucharon contra Sin, y que esas grandes y brillantes alas blancas pertenecían a Aephral...

Creo que no lloré en aquel momento, ni tampoco mientras volvíamos nuestros pasos comunicando al mundo que Sin habia sido derrotado y que reinaba una nueva Calma. Todos se regocijaban u lloraban de alegría a nuestro paso pero yo no hacía nada. Cuando llegamos a Guadosalam, Sanyed se separó de nisitros y volvió a reunirse con su familia. Me sentpi bien por ella pero nada más, era como si me hubiera desconectado del resto del mundo.

Con un poco de ayuda de Falker logré llevar a Rhafim de vuelta a su casa y nos separamos. Yo volví junto con él y con Beilia al pequeño poblado cerca de Luca donde se encuentra la pequeña casa de puerta estrecha y patio repreto de flores que se abrían en esa epoca. Ellos dos se fueron a casa, yo me senté en las escaleras de la entrada como hacía antes y, por primera vez me puse a llorar.

Al principio me reía, recordé que no tenía llave de esa puerta y me he quedado afuera, al principio me pareció muy gracioso hasta que me acordé que, antes, cuando quería entrar, tocaba la puerta y Aephral me abria...

Y me acordé que la última vez que salí por ella, la habí azotado y lo había dejado a él y a Beilia llorando. Y ahora era yo quien lloraba, soy yo quien llora porque me cuestra trabajo acostumbrarme a la idea de que estoy solo, por primera vez realmente estoy por mi cuenta. Mi madre y mi padre se han ido para siempre, igual que mi tío. Y aunque Beilia y Falker estan aqui, es casi como si fueramos desconocidos despues de todo lo que hice.

He pensado que quiza es tiempo de llorar, y mucho. Lo cierto es que lo he hecho mucho pero creo que nunca antes lo necesité tanto como ahora, porque a partir de este momento tendré que buscar la forma de seguir con mi vida a pesar de todo, porque he decidido quedarme detrás para cumplir el deseo de mi tio, a quien le debía una disculpa que, ahora que recuerdo, nunca le ofreci abiertamente....

Soy un asco. Mirénme aqui sentado frente a una puerta que no puedo abrir y mojando el cuaderno que me ha seguido a todos lados, que ridículo.

Pero me pondré bien, no sé en cuanto diepo pero creo que me pondre bien. No sé si lo mio con Beilia y Falker tenga solucion pero tengo que intentarlo porque durante todo este viaje aprendí que uno debe tener cuidado con lo que hace o dice a las peronas que aprecia porque siempre puede ser que no se tenga la oportunidad de enmendar una falta.

En cuanto pueda entrar a mi casa... mi casa...

En cuanto pueda entrar a mi casa, voy a arreglarlo todo, voy a cuidar de sus plantas y de todo lo demás, estoy seguro de que a él no le hubiera gustado que esas flores se marchitaran.

Me acuerdo de cuanto las amaba. Me acuerdo de tantas cosas. Es gracioso como hace unos meses no me acordaba de nada y ahora hasta me acuerdo de demasiadas cosas.

Basta, basta basta basta basta basta....

No puedo llorar toda mi vida, asi que prometo que cuando amanezca lo dejaré...

Y todo surgio porque apenas llegamos me enteré de que no habría una estatua suya a lado de la de mi madre.

Acabo de decidir, que romperé el vidrio y entraré por la ventana.

Es solo un vidrio, no creo que mi tío se enoje. Fue su culpa por no venir a abrirme la puerta.
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2006-08-13 09:19 pm

Ultima Noche

Acabamos de salir (finalmente) del Monte Gagazet luego de una serie de imprevistos y "complicaciones", por así decirlo.

Me siento Intranquilo porque, bueno, estamos prácticamente en Zanarkand y mañana, dice Aephral, estará en el templo haciendo la última invocación.

Bueno, han pasado muchas cosas desde que comenzo el viaje (mi viaje) y no todas han salido como lo esperaba, por no decir que nada resultó como lo esperaba.

Tal vez sea la última vez que escriba en este Peregrinado porque, dice mi tío que si todo sale bien, en algunos días todo se habrá terminado... y por cierto, hablando de él, cuando salimos de la villa de los Ronzo y reanudamos el viaje, tanto Rhafim como Sanyed me "convencieron" de hablar con él (si es que a una serie de empujones y bolazos de nieve se les puede llamar de tal forma).

El caso es que deliberadamente se queradón detrás (junto con Beilia) y me orillaron a aclarar todo con Aephral de una vez por todas luego de lo sucedido en Bevelle. Cuando lo tuve junto a mi, llegando casi a la cima y cruzar al otro lado de la montaña para iniciar el descenso, me costó mucho trabajo iniciar la conversacion, sobre todo por el hecho de que apenas la noche anterior yo había recuperado mi memoria.

Cierto, olvidé mencionar ese detalle. Es sólo que me siento divagar en este momento y no encuentro forma de ordenar mis ideas, Pues bien, es cierto, recuperé la memoria. Fue muy extraño la forma en que pasó porque yo dormía cuando pasó. Vi toda mi vida en sueños, no puedo explicarlo, fue simplemente como un destello y, de repente, ahí estaba todo claramente. Recordé todo lo que pasó, todas las cosas buenas y todas las cosas malas, pero también cosas sorprendentes.

Recordé que yo conocí frente a frente al tipo de negro de la espada roja, el líder de esos fanáticos a los que me uní, y que se trataba en realidad de Hawk, mi padre. Sé que se supone que él esta muerto, Aephral me dijo antes que él lo mató y yo mismo estuve ahí cuando eso pasó, pero es verdad lo que digo. Hawk, mi padre es el tipo de negro... y no sólo eso, además recordé que fue él mismo quien me hizo olvidar por medio de un conjuro mientras me decía "no permitiré que temetas en mis planes".

Hasta ahora no logro hallar sentido a eso pero, no importa, se que al final lo haré, igual que todo lo demás.

Me he desviado, yo estaba hablando de lo que pasó con Aephral y yo en la montaña. Si bien me tardé bastante en hablar con él debido a mi temor y a mis dudas, al final conseguí decir algo. Las cosas fueron muy vagas al principio y la plática era incómoda y hasta molesta pero luego me di cuenta (gracias a Aephral) que en realidad las cosas habían salido así porque yo no había sabido hacer las preguntas correctas.

Decidí comenzar por lo más básico, por algo que yo ignoraba por completo. Le pregunté porqué mamá estaba tratando de detenerlo si, después de todo, fue él quien apoy+o su peregrinado desde el principio. Gracias a esa pregunta pude entenderlo todo finalmente.

Aephral me contó que él y mi madre fueron novios alguna vez, y que se querían mucho pero él estaba resuelto a ser un invocador, así que lo suyo nunca tendría un final feliz y, por ello terminaron y ella se casó con Hawk. No obstante ella decidió, luego de hablar con mi tío, que ella también quería ser invocadora y así fue como amos decidieron su destino. No obstante, había una promesa entre ellos, una promesa que había salido de mi madre: El que consiguiera primero a Bahamut, ese sería quien pelearía contra Sin.

Comprendí un poco las palabras dichas por Bahamut en Bevelle acerca de que no podía aceptr a mi tio, y entendí que se refería a "aquel tiempo". Así pues mamá "ganó" la competencia y lucho contra Sin. Mi padre no pudo aceptarlo y simplemente enloquecio de tristeza, trató de matar a Aephral por venganza, y luego a mi para luego suicidarse e ir con mamá. Pero mi tío me protegió y terminó matando a mi padre (o eso creyó).

Suspiré, finalmente había obtenido lo tan largamente deseado. Miré a Aephral y me disculpé, lo mejor que pude por haber insistido tanto de tan mala forma en ocasiones anteriores, y también por haberme ido de casa y no haber entendido nada.

Cuando lo pienso de nuevo me doy cuenta de que, realmente, nustra "reconsiliacion" no fue la gran cosa, pero me hizo feliz, y sé que también le hizo feliz a él; esto último lo sé por lo que sucedió enseguida.

Cruzabamos ya el limite entre Gagazet y Zanarkand cuando una figura gigantesca cayó del cielo. Era Bahamut, el mismísimo. Nos vimos obligados a pelear al máximo y a soportar sus terribles embistes durante largo rato hasta que, de prnto, las agreciones del Aeon cesaron y, acercándoce a Aephral le dijo que sería un placer unir fuerzas con él para derrotar a Sin, y sin más desapareció.

Nadie podía creerlo, Aephral menos que todos, pero lo vi contento y me sentí bien por él. Estoy seguro de que ahora si podrá pelear contra Sin sin nigun temor o duda y me alegra porque eso asegura, al menos un poco más, su victoria.

Aunque yo no pueda evitar sentirme un poco triste al respecto.

Después de todo, digo, acabo de recuperar mi memoria y acabo de recuperarlo a él. Y sin embargo estoy a punto de quedarme sólo otra vez. Sé que es así como funcionan las cosas pero, no sé, me gustaría que hubiera algo más que hacer. Sólo me queda alegrarme de que pude hablar con él despues de todo, de que no me quedaré con nada más que decirle, o eso creo.

Por otra parte, también estan mis asuntos con Beilia que, para mi desgracia, al final resulté estar en lo correcto y ella y yo fuimos novios antes de que yo perdiera la memoria, y creo que ella que me quería mucho. Sé que es ridículo decir que yo también la quería porque, desúes de todo, sólo acabo de recordarlo, no significa que lo siga sintiendo, y aún así me parece que no es justo que la deje así nada más, sin decirle nada, porque a ella le debo tanta explicacion como, quizá, Aephral me la debía a mi.

Pero no sé por donde empezar, ella realmente esta molesta conmigo.

Bueno, la verdad por ahora hay poco en lo que pueda pensar. Toda mi concentracion esta puesta en esta última parte del viaje. Mañana estaremos ante La última invocacion y yo perderé a mi tío, otra vez.

Que feo se siente pensar en eso.
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2006-07-27 02:53 pm

(no subject)

Bien, creo que lo mejor es comenzar desde el principio. Han pasado muchas cosas muy rápido y no he tenido tiempo de escribir nada pero, bueno aqui voy...

Cuando mi tío despertó Sanyed dijo que tenía que hablar con nosotros sobre algo referente a lo sucedido en el templo. Nos habló algo de una sombra, la misma que nos decía que atacaramos y que nadie veía. Dijo que esa sombra era la que había estado trayendo Aeons para detenernos, que no quería que siguieramos adelante.

Puesto que era necesario mucho poder para controlar a un Aeon llegamos a la colcusión de que se trataba de un Invocador, o de su espíritu, al menos. Apenas dicho esto, Aephral pareció alterarse mucho y salió de la habitacion. Cuando me pregunté porque se me ocurrió, por alguna razón, que se trataba de mi madre.

No pude quedarme con la duda y salí a la estancia a buscar a Aephral, tenía que preguntarle para bien o para mal. Las cosas, sin embargo, se complicaron. Él parecía no querer responder y yo no paraba de insistir. Al final, y ya a gritos, me dijo que así era, que la sombra que Sanyed veía eera mi madre, Lady Saia. Me costó mucho trabajo creerlo y le pregunté si ya lo sabía y porque no me lo había dicho antes.

Dijo que si, que lo sabía, pero no me respondió lo demás, en cambio dijo que todos nosotros eramos sus guardianes sólo hasta que él quisiera, dijo que ya no nos necesitaba y, así sin más, se fue.

Por un momento me quedé sin habla. No había nada que yo pudiera hacer. Me sentí terriblemente frustrado por el hecho de que él me alejara de esa forma. No era justo, yo sólo necesitaba saber, era todo. Pero Aephral insistía constantemente en mantenerme lejos y, ahora, al haber dicho que ya no nos necesitaba... ya no me necesitaba, me había dado a entender que, realmente no que quería cerca.

Rhafim se enojó y fue rápidamente tras Aephral aún cuando éste hubiera dicho que ya no nos necesitaba, y aunque yo admiré esa voluntad, fui incapaz de moverme y decir "Si, vamos, que más da". Creo que sus palabras me afectaron más de lo que pensé, tanto las de Aephral como las del sujeto de negro.

Por fortuna Sanyed perameció conmigo y hablamos un poco. Me hizo comprender que, en realidad, Aephral trataba de mantenerme fuera de esto por mi propia seguridad, porque no quería que me pasara nada. Cuando lo entendí, todo se me hizo una tontería. La manera tonta en la que él trataba de protegerme y la manera tonta en la que yo insistía. "Que ridículo he sido al pensar que me quería lejos por otra razon" me dije a mi mismo y decidí que, sin importar lo que pasara, lo que él dijera, no lo dejaría, que no lo abandonaría otra vez.

Salimos de Bevelle Sanyed, Beilia y yo, siguiendo el rastro de Aephral. No me había percatado de que fuera tan rápido puesto que, a pesar de que no paramos, no pudimos alcanzarlo sino hasta llegar a los pies de Gagazet. Primero alcanzamos a Rhafim, quien parecía contento de vernos. Nos dijo que seguía a Aephral desde esa distancia prque no le permitía acercarce.

Finalmente todos nos encontramos siguiendo a mi tio desde cierta distancia, no bstante, un resbalón me obligó a correr y atraparlo antes de que rodara montaña abajo. Él sólo se apartó de mi y me preguntó qué era lo que estaba haciendo ahí, que me había liberado de mi juramento. Yo sólo pude responderle que deseaba quedarme con él hasta el final, que no lo hacía por mi juramento, sino porque así lo deseaba.

No dijo nada y siguió caminando, no obstante, pronto nos vimos atrabados en una ventisca. Tratamos de correr nuevamente a ayudar a Aephral pero había algo que nos impedía acercarnos. De pronto antenosotros estaba Aephral enfrentando un dragon blanco comandado por la sombra que ahora todos podíamos ver.

Era mi madre.

Aephral invocó a Shiva y la pelea comenzó, nosotros no pudimos intervenir esta vez y sólo observamos. Cuando yo vi al dragón recordé algo de cuando aún era un niño.

Era la ceremonia de la primera invocacion. Era que se hace cuando se presenta a un nuevo invocador. Recuerdo que la ceremonia fue para mi madre y para Aephral. Ella tenía el báculo de la media luna y mi tío uno de un sol. Hawk y yo observabamos todo desde la puerta que aquella casita llena de flores, pero él parecía enojado. Yo corria y me acercaba a mi madre y a Aephal y descubrí que ese dragón había sido la primera invocacion de ambos. Me dejaron tocarlo y hasta subir en él. Yo reía mucho, era muy feliz. Me pregunto que fue lo que sucedio...

Ruido me trajo de vuelta y descubrí a Aephral ganando la batalla, no obstante, aunque el Aeon se fue, la figura de mi madre no se desvaneció, y contunuó parada en el camino tratando de impedir el avance. Pero mi tio la ignoró y siguió. Nosotros sólo pudimos segurlo también.

Vi al espiritu de mi madre bajar la cabeza en desapruebo. Yo me volví hacia atras un momento, quería vera, pero sólo distinguia una figura borrosa que, por otro lado, no parecía reconocerme. Me sentí mal por ello.

Mientras subíamos la montaña, la ventisca no disminuía y poco a poco nos quedabamos sin fuerzas. Fue entonces cuando apareció ante nosotros un Ronzo gicantesco que, por un lado, parecía conocer muy bien a Sanyed.

Fuimos escoltados a la villa secreta de los Ronzo por un sujeto que, aparentemente, Sanyed había creido durante toda su niñez, que era su tío (yo no sé como pudo creer algo así).

En la villa fuimos recibidos de forma amigable. Aparentemente también ahí conocían a Aephral, además, Sanyed pudo reunirse finalmente con su padre, quien alegaba haberse quedado ahí atrapado debido a la ventisca que no cesaba.

Decidimos pasar una noche en la villa, para reponernos del frío y del cansancio y para reabastecernos de proviciones. Me ha tocado dormir con Rhafim nuevamente, pero no me quejo, la compañ+ia me hace bien en este momento. Han pasado muchos días sin que tuviera la oportunidad de escribir de uevo y, honestamente, no estoy seguro de porque sigo haciéndolo. Ultimamente he perdido un poco el interés y creo que, seguramente, ha de ser por todas las cosas que han pasado.

De cualquier forma, seguiré con esto hasta que termine el viaje, después de todo, uno tiene que terminar lo que empieza ¿o no?...

Aephral esta decidido a terminar con esto...

Me doy cuenta de que estamos a muy pocos días de Zanarkand, lo cual significa que a mi tio le quedan muy pocos dias de vida. Yo quisiera tener oportunidad de hablar con él de nuevo antes de que se me termine el tiempo, pero no sé que ´podría decirle. A veces me molesta realmente el ser tan inseguro en ciertas situaciones...

Cuando pienso en Aephral y en Beilia, en lo mucho que quisiera decirles, me enojo porque no sé como acercarme a alguien que me detesta o a alguien que no me quiere cerca. Es difícil pero sé que puedo arreglar mis asuntos con Beilia, me gustaría porque yo la recuerdo de muchas formas, y ella siempre era tan buena conmigo. De verdad que quisiera arreglar las cosas pero no sé como, aunque definitivamente lo haré.

Por ahora Aephral es mi mayor urgencia, sé que tengo que hablar con él ahora porque dentro de unos días ya no podré decirle nada. Tengo que pensar en algo pronto, de lo contrario me arrepentiré toda mi vida.
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2006-07-06 11:46 pm

La Lucha en el Templo

Ni siquiera sé por donde empezar...

Aephral no salió nunca del templo. Nosotros terminamos entrando. Cuando eran casi las nueve de la mañana Sanyed me encontró ahí sentado, debo haberme quedado dormido en algun momento.

Le expliqué como pude que Aephral estaba dentro del templo, solo, dese hacía ya muchas horas. Luego de un rato llegaron Rhafim y Beilia y todos junos llegamos a la conclusión de que algo andaba mal. Apenas lo pensamos hubo un gran terremoto que sacudió toda la ciudad pero que provenía desde el interior del templo.

Corrimos. Entramos hasta la camara del alma, donde sólo se le permite la entrada al invocador. pero no me importó y abrí la puerta.

¿Porque abrí la puerta?, En este momento no puedo estar seguro de la razón. ¿Fue mi deber como guardián lo que me impulso, o fue el simple deseo de revisar que nada malo le hubiera sucedido a mi tio?

¿Porque abrí la puerta?

Adentro estaba Aephral, en el suelo, inconciente. Al frente estaba Bahamut y un niño con una capucha en la cabeza. Traté de acercarme para recoger a mi tío pero una barrera invisible me lo impedía, y de pronto hubo risas a nuestras espaldas. Ahí estaba el sujeto de nego con la espada roja, no lo habíamos visto porque estaba detrás de la puerta, pero ahora que estabamos todos encerrados ahí, lo vimos.

Me sentí enojado y a pesar de saberme inferior lo encaré "¡¿Qué le hiciste?!" le grité, pero el tipo sólo rió más.

"Yo no hice nada" respondió "Bahamut lo retó y, simplemente, no pudo"

Me giré a ver al niño parado entre el Aeon y nosoros. Noté algo extraño en él, era como si tratara de moverse y no pudiera. No obstante, supongo que estaba muy alterado en ese momento para notar cualquier cosa que no fuera a Aephral tirado en el suelo.

¿Qué me pasó en ese momento?, ¿Qué sentí?... la verdad no lo sé. Miré al niño y a Bahamut y les suplique que liberara a Aephral, que me dejara atender sus heridas, pero el niño no respondió y solo siguió moviendose de forma extraña.

Entonces el tipo de negro se rió y me miró "¿Para que quieres salvarlo?, Después de todo fue él quien acabó con tu familia. Mató a tu padre y mató a tu madre. Deberías sentirte feliz de que muriera"

Lo miré todavía incapaz de creer lo que había escuchado. No le respondí, no le dije nada. Me imaginaba de que se trataba el asunto, podía recordar la batalla entre mi padre y Aephral, pero no recordaba que también hubiera peleado con mi madre.

Me di cuenta en ese momento que, muy probablemente, Aephral realmente hubiera matado a mi padre. Inconsientemente recorde de nuevo aquella pelea, pero por alguna razón que no entiendo, esta vez fui mas lejos.

Lo vi todo desde el angulo de el niño que era en aquel entonces, escondido tras unas rocas. Aephral se dolía de un corte en una pierna y trataba de levantarse mientras Hawk no dejaba de gritarme. "Dagonnet!!, Dagonnet, ve aquí ahora!!", pero yo estaba demasiado asustado para salir.

"¡No!" Gritaba Aephral al reincorporarse y atacaba a Hawk con su magia negra, pero Hawk le respondía hiriéndolo gravemente en el pecho. Aephral caía y yo me escondía un poco más entre las rocas, pero Hawk comenzaba a caminar hacia mi. Entonces mi tío lo sujetaba de de una pierna y volvía a levantarse, no obstante, Hawk levantaba la espada y le hacía un corte horizontal sobre los ojos.

Recuedo que me escondí y cerré los ojos, y recuerdo los gritos de Hawk y los gritos de Aephral, pero eso es todo. Por más que lo intento po puedo acordarme del descenlace, aunque es obvio.

Miré al sujeto de negro y pareció darse cuenta de mis pensamientos, sonrió, volvió a repetirme que mi verdadero deseo era verlo morir.

Por alguna razón que desconozco, negue con la cabeza y le dije que no era cierto. Que no importaba lo que hubiera pasado antes, Aephral era todo lo que me quedaba y no iba a dejar que nada malo le pasara nunca de nuevo. Él se rió más, se burlaba de mi.

"Es patético defender a la persona que te quitó todo por el simple hecho de que sea lo único que te queda"

Fue extraño pero sus palabras hicieron mella en mi de una forma que no esperaba. Bajé la mirada y me sentí derrotado, la batalla comenzó y ni siquiera lo había notado. Apenas escuchaba a Sanyed gritar "Apunten a donde lo hago yo" y no sabía por que.

Resultaba que no estaban atacando al sujeto de negro sino a algo mas. Yo sólo los escuchaba gritar "los hilos!" y "cuidado"

"Dagonnet... pelea..."

Miré a Aephral tirado en el suelo y me sentí inmovil, como cuando era ese niño que se escondía tras las rocas. Me pregunté en ese momento la razón por la cual estaba ahí y, me di cuenta, que había iniciado el viaje con Aephral no para cuidar de él, sino para averiguar quien era yo.

¿Realmente estaba yo tratando de defenderlo? ¿Porque abrí la puerta de la cámara?

Algo llamó mi atención. Sanyed estaba junto a mi y me gritaba que tenía que atacar a la sombra en la esquina, pero yo la escuchaba muy distante, lo único que atiné a hacer fue seguir su mirada y sus ademanes. Veía que mi grupo atacaba algo que no podía ver, y veía al tipo de negro atacar a Bahamut. Levanté la mirada y vi algo brillar sobre el niño encapuchado y él parecía mirarme y tratar de moverse.

Me levanté más por pura inercia que cualquier otra cosa, sujeté con fuerza mis chakram y salté tan alto como pude y corté algo, aunque no estoy seguro de que fue. El niño entonces tuvo algo de movilidad, se giró hacia la sombra extraña y hacia el sujeto de nego, y descargó sobre ellos su Megafulgor.

El ataque fue tan fuerte que todos salimos volando. Por pura inercia sujeté a Beilia para que no se hiciera daño, no sé porque la tomé a ella y no a Aephral que estaba más desprotegido, realmente no sé porque.

En la cámara no quedó del tipo de negro o de la sombra nada más que un hueco en la pared. Miré a Beilia y le pregunté si estaba bien pero ella no contestó, estaba conmocioada. la dejé con Sanyed y me acerqué a Aephral y lo levanté. Estaba inconsiente y herido, pero viviría. Sanyed me ayudó a cargarlo y, luego de tomar el báculo, me percaté de que el niño me observaba.

Le pregunté que pasaría con mi tío y me dijo que tenía muchas dudas, Bahamut no lo aceptaría así, pero que podía intentarlo de nuevo si se sentía más preparado, no obstante dependería de Bahamut aceptarlo o no. Luego hizo un movimiento de cabeza y desapareció.

Salimos del templo ante la atónita mirada de los sacerdotes y volvimos aquí. Sanyed se encargó de las explicaciones porque yo no podía pensar en nada en ese momento, lo único que quería era llegar al hotel y dejar a Aephral descansar y reponerse en su cama.

Ahora esta en su cuarto, durmiendo. han atendido sus heridas y por fortuna no es nada demasiado serio. Yo por mi parte, en este momento, me siento... no sé como me siento.

Las palabras del tipo de negro provocaron en mi algo que se suponía no debían de haber hecho. Se suponía que estaba listo para cualquier cosa sin importar lo malo que fuera. Pero sus palabras al decirme que era ridículo aferrarme a Aephral sólo por ser lo único que me queda me hace pensar en ciertas cosas.

Hace varios mese inicié un viaje y sé que en algun momenti olvidé mi verdadero objetivo y me concentré en ser un buen guardian. Pero ahora que he descubierto cosas me pregunto si puedo seguir adelante como hasta ahora.

Si tan solo hubiera alguien aquí a quien pudiera decirle esto, alguien a quien pudiera abrazar y decir "Tengo miedo, ya no sé que sucede", me sentiría mas fuerte. Pero voy por mi cuenta, nadie va a decirme que fue lo que me pasó, lo sé, y me muero de pánico de tan solo pensar que, cuando todo regrese, tendré que enfrentarlo yo solo.

¿Vale la pena aferrarme a algo sólo porque no tengo nada más a lo que asirme aún cuando ese algo trata de mantenerme lejos?

Aephral... yo quisiera que me hablara y que me dijera que todo va a estar bien, aunque ambos supieramos que no va a ser así. Quisiera que me dijera algo, que me hiciera sentir que no estoy solo cuando recuerdo todas estas cosas.

Quiero estar con él cuando despierte, quiero ser el primero en verlo y preguntarle si es cierto. Se que no me responderá nada, pero que yo sabré la verdad en ese momento...

No sé si vale la pena o no aferrarme a él, no sé si es patetico o no hacerlo, lo único que sé en ese momento es que quiero estar con él hasta el final, cualquiera que sea este, aún si al cabo de todas las cosas, nos terminamos perdiendo de nuevo uno al otro.

Quiero estar con él hasta que todo pase, me doy cuenta de que realmente no me importa si soy patetico y si no vale la pena. Yo no quiero estar solo, no en medio de todo esto.

Voy a ir a su cuarto y me quedaré ahí hasta que despierte. No he dormido nada pero no tengo ganas de hacerlo. Tan sólo quiero verlo y sentarme junto a él.

Quiero pensar que no va a dejarme solo con todo esto... aunque yo sepa que lo hará.
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2006-06-27 01:59 pm

Comportamientos Extraños

Por fortuna, Bebelle no estaba tan lejos y pudimos llegar relativamente pronto (un día y medio tampoco es cualquier cosa ñ.ñU).

Apenas pusimos un pie dentro de la ciudad, Aephral fue abordado por una serie de "admiradores". Había pasado ya un poco de tiempo desde que la gente se acercara a saludarlo de esa forma (creo que desde que salimos de Luca), y aunque Bebelle es una ciudad grande, no es tan impresionante como la "Capital del Blitzball". Aquí el ambiente es mucho más sobrio que en la mayoría de las ciudades grandes y medianas por las que hemos pasado, supongo que todo debido a que no encontramos en el "centro religioso" de todo el mundo. Lo que si es cierto es que, por esa misma razón, a los Invocadores se les trata con "oro y plata" por decirlo de alguna forma, y en lugar de quedarnos en un hotel promedio como en el resto de los lugares por donde hemos pasado, fuimos escoltados a un hotel de primera clase.

Llegar ahi fue impresionante puesto que tuvimos que ir hasta el último piso (por fortuna para Aephral, hay acensores que funcionan con "Choco-Power" XD), y cual fue la sorpresa al descubrir que TODA la planta era exclsivamente para nuestro uso. Así que no fue raro encontrar todo tipo de lujos que, seguramente, ninguno de nosotros (salvo tal vez Aephral) había disfrutado en toda su vida. Había Alberca, sala gigante y cada quien tanía su propio cuarto y su propia cama (por una vez durante todo el viaje, me podía ahorrar las balbuceantes historias que Rhafim narra dormido), y bueno, toda una serie de lujos y voluptuosidad extra.

Sin embargo, apenas nos estabamos poniendo cómodos cuando alguien llamó a la puerta. Al abrir ahí había un tipo que estaba apunto de desfallecer de lo agitado que estaba (era como si hubiera venido corriendo desde Macalania sin parar y luego subido por las escaleras). Preguntó por Aephral y cuando mi tío estuvo ahí, el tipo dijo que tenía un mensaje del "Gran Maestre Sumo Sacerdote de Yevon" (olvidé el nombre XD) y que era necesaria la precencia de Aephral inmediatamente, pero que debía ir solo.

No nos opusimos a sus deseos, pero todos estuvimos de a cuerdo en que si dejabamos ir solo a Aephral por toda la ciudad, lo más probable era que no llegara en buen estado (o incluso entero) a su reunión importante. Así que, luego de que Aephral salió del cuarto todos acordamos seguirlo en silencio al menos hasta la entrada del lugar al que debía ir, y luego esperarlo afuera para traerlo de regreso.

Bebelle es un lugar muy grande y, por alguna razón, ha pasado ya un tiempo desde que nada nuevo ha venido a mi mente. La verdad no sé si alegrarme o angustiarme por eso, pero ni importa; me gusta disfrutar de la repentina tranquilidad que tengo, principalmente porque sé que no durará por siempre.

Pero bueno, resulta que tuvimos razón y Aephral casi se mata en las escaleras del lugar donde tenía su reunión. Sanyed apenas lo alcanzó a agarrar la primera vez y yo la segunda. Nos preguntó qué estabamos haciendo ahí y le dijimos que lo estabamos cuidando, como siempre. Él repuso que Bebelle era un ligar muy seguro pero entonces Rhafim hizo el favor de responderle que era nuestro trabajo cuidarlo de todo, incluido a él mismo. Aephral sonrió y nos dejó escoltarlo hasta la puerta donde otra persona lo recibió y lo llevó dentro.

Sanyed decidió ir por la ciudad y buscar noticias de su padre. En el momento en que ella desapareció, Beilia también lo hizo. Le pregunté a Rhafim si no planeaba ir por ahí y hacer "lo que él sabía" igual que siempre, a lo que me respondió que prefería quedarse a esperar a Ae-pan, y que además no era necesario porque lo había hecho cuando veníamos hacia aquí. Luego me mostro toda una cantidad de insignias que suelen llevar los integrantes de la guardia de Bebelle. Sólo espero que ese robo no nos cause problemas.

Pues bien, Rhafim y yo nos quedamos a esperar a Aephral que, luego de un rato salió. Estaba muy callado y muy serio y no dijo ni una palabra de lo que sucedió ahí dentro. Yo no quise preguntar puesto que no lo consideré de mi incombencia, y aunque Rhafim si lo hizo, Aephral sólo neg´´o con la cabeza y cambió el tema.

Regresamos al hotel y pronto regresaron también Sanyed y Beilia. Todos se entretuvieron con algo el resto del día y luego cenamos. Quizá era la cena más sustanciosa que habíamos tenido en algun tiempo, pero el ambiente, al menos para mi, no resultaba agradable.

Beilia ni siquiera me miraba, Sanyed lucía triste (supongo que no encontró noticias de su padre de nuevo). Rhafim estaba, como siempre, en su propio mundo ocupandose de Chap y Curry (su rata-algo y su chocobo bebé). Aephral por su parte estaba muy callado y pensativo no comió mucho. Yo no me atrevía a iniciar ninguna conversación porque todos simplemente parecían no estar de humor para nada, y probablemente la prueba esté en que todos se fueron a dormir temprano, estuve platicando un rato con Rhafim en su recámara y descubrí que escuchó mi platica con Aeprhal, así que ahora él sabe que es mi tío, pero cuando le pregunté que más sabía, no me quiso responder. Por un lado me alegró mucho que lo supiera, así podría hablar con él de algunas cosas. Probablemente Rhafim es un niño aún pero se da cuenta de muchas cosas y pienso que puedo hablar con él cuando lo necesite.

Al cabo de un rato Rhafim cayó dormido (con todo y mascotas) y yo me retiré a mi cuarto. Pensaba ponerme a escribir cuando, nuevamente, escuché ruido en la estancia. Me asomé y no había nadie pero cuando salí a la gran sala, vi a Aephral, perfectamente arreglado, dispuesto a salir de ahí. Como yo todavía estaba vertido me apresuré a seguirlo.

Lo ví tomar el ascensor y yo corrí escaleras abajo. Lo alcancé sin mayores problemas y lo segui de lejos para que no se diera cuenta de mi presencia. Quería saber a donde iba y no podía evitar preguntarme si ese comportamiento extraño tenía algo que ver con su reunión de la tarde, aunque sé que probablemente así es.

Me sorprendí mucho al ver que venía hacia el templo porque, normalmente, hubiera esperado a que fuera de día o nos hubiera pedido nuestra compañía, o por lo menos la de uno de nosotros. Era la primera vez que Aephral se metía sólo en un templo y decidí seguirlo hasta donde pude, aunque no fue muy lejos. Sé que suele tardarse mucho en estas cosas pero pensé que sería irresponsable de mi parte regresar al hotel para avisar a los otros y dejarlo solo, aunque sólo fuera un momento; asíq ue me senté en las escaleras y decidí aguardar, no importando que tanto se tarde.

Por fortuna he descubierto mi cuaderno en el bolsillo interno de mi chamarra (es donde siempre lo tengo) y me he puesto a escribir lo que me ha sucedido hasta este momento.

Ahora son más o menos las cinco y media de la mañana. Aephral ya lleva dentro del templo poco más de seís horas. Se que su promedio es de entre cinco o seís horas y comienza a preocuparme un poco que no haya salido aún. Siempre sale de las camaras muy cansado y me pregunto si no le habrá hecho daño el haber dormido tan poco, si es que durmió algo.

Se que no puedo ir más lejos de donde estoy pero tengo la extraña necesidad de correr a buscarlo. No sé por qué. Me da mucho miedo que el cansancio lo afecte y que le pase algo. La verdad no sé que podría pasarle en un lugar así pero no puedo evitarlo, simplemente no quiero que le pase nada.

Realmente me desconcierta mucho el hecho de que nos haya dejado a un lado esta vez, no me explicó por qué razón podría ser pero sé que él sabe porqué hace las cosas. Lo único que puedo hacer en este momento es confiar en él.

No voy a moverme de aquí hasta que lo vea sano y salvo, aunque me muera de sueño y de hambre, aunque se abra la tierra y me trague; no me moveré de aquí.

Ojalá salga pronto, tengo un mal presentimiento.
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2006-06-26 05:11 pm

De Noche

Voy a aprovechar que me he despertado "temprano" para relatar lo que me pasó anoche.

Me desperté porque oí ruidos en el pasillo y, cuando me asomé, descubrí a Aephral caminando hacia el exterior. Lo seguí porque no consideré demasiado conveniente el hecho de que saliera él sólo a la noche y con la engañosa nieve por todos lados. Traté de hacerlo en silencio para que no me descubriera así que, sólo me puse las botas y la chamarra, tomé la capa de Sanyed que aún tenía en mi poder, y lo seguí afuera lo más silenciosamente que pude.

Lo ví llegar sin problemas al borde del lago congelado y sentarse igual que siempre hacía (aunque eso de sentarse en la nieve no es una gran idea). Luego vi algo que nunca creí presenciar, se quitó la cinta de sus ojos y, por un instánte, pude ver una larga cicatriz transversal sobre sus parpados. Sus cuencas se veían hundidas y, me di cuenta, de que no tenía los ojos, era una visión extraña y creo que comprendí la razón de la cinta.

"Medicina de los Al-bhed" me dije a mi mismo "fue una larga operación". Sin embargo aquel pensamiento fue pura inercia puesto que realmente no tenía idea de lo que yo mismo hablaba.

Pasó una ráfaga de viento y sentí escalofríos. No me pareció correcto dejar a Aephral sin abrigo en una noche así, así que decidí delatarme. Me acerque aún con cuidado y coloqué la capa de Sanyed sobre sus hombros. Aephral dió un sobresalto y, enseguida, rápido pero con calma, se volvió a poner la cinta sobre los ojos.

Me preguntó cómo llegue hasta ahí y le dije que no podía dormir cuando escuché sus pasos en el corredor, y luego lo segui porque no quería dejarlo solo en un sitio como este. Sonrió y dirigió su rostro hacia el horizonte, igual que siempre, como si estuviera tratando de ver algo.

Me senté a su lado y me abracé de las piernas para no perder el calor. Estuvimos un momento en silencio y luego pensé que no perdía nada tratando de hablar con él luego de mi fracaso con Beilia (eso luego lo platico). Desde luego que no tenía planeado tocar el tema de "pregunta-respuesta", sería una estupidez y sé que sólo perdería mi tiempo y lo molestaría, así que preferí tratar de expresar lo que un poco de lo que sentía.

Le dije que últimamente habia demasiadas cosas en mi cabeza, tantas que me confundía. Le hable de lo raro que se sentía ver cosas en tu mente y no saber si realmente tienen algo que ver contigo o si te lo estas inventando, porque a veces me parecía que nada de lo que "me había pasado" me hubiera sucedido realmente. No obstante, Aephral sólo continuaba con el rostro hacia el horizonte y dijo "Suele pasar..."

Eso me desanimó un poco porque, no sé, quizá estaba esperando algo más alentador, no una respuesta simplemente algo diferente. Por un momento me quedé en silencio pero luego me animé a decir otra cosa, y lo que le dije fue si es que acaso estaba enojado conmigo.

Se giró hacia mi y negó, me preguntó porqué pensaba eso y le dije que, simplemente, desde "aquello" me daba la impresión de que trataba de mantenerme a distancia, como si no quisiera que me acercara a él como lo hacía ahora. Me dijo que no era eso, que sólo se trataba de que no estaba seguro de que tanto había yo recordad y que no sabía como "maneobrar" conmigo.

Sonreí al darme cuenta de cuan tonto es a veces mi tio. Entonces le dije que no importaba lo que hubiera pasado antes, aunque hubiera sido algo realmente malo, porque yo no tenía ninguna intención de alejarme de él ahora que lo había reencontrado, y que sin importar lo que recordara a partir de ahora, me quedaría con él hasta el final.

Aephral sólo sonrió y suspiró largamente, luego volvió a girarse hacia el horizonte. No sé porque no dijo nada y pensé que, tal vez, yo había dicho cosas de más. No obstante no le dije ninguna mentira, estoy listo para enfrentar un pasado terrible y no dejar que vuelva a separarme de Aephral, no con todo lo que ha sucedido.

Despues de un largo rato, cuando ya casi amanecía, volvimos adentro. Todo mundo estaba ya de pie y decidí subir a mi cuarto a tratar de dormir al menos un poco ya que el camino hacia Bebelle es largo. No obstante no he podido conciliar el sueño y he preferido ponerme a escribir, y puesto que ya esta Sanyed llamándome para partir, creo que terminaré de escribir en otra ocasión.

Todavía tengo que narrar lo que me pasó anoche con Beilia y las cosas nuevas que recordé por ella.

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Bueno, aprovechando la pequeña pausa en el camino (viva la hora del almuerzo!) Voy a tratar de explicar rápidamente mi situación con Beilia. Tal vez si la expongo aquí, me sea más fácil comprenderla.

Anoche, cuando entre al hotel en Macalania, Beilia y Sanyed estaban terminando de cenar. Por alguna razón Sanyed se esfumó en un momento y me dejó solo con Beilia (quien se veía muy enojada como siempre). Pues bien, si iba a hablar con ella ese era el momento preciso y tuve que armarme de mucho valor. La verdad no estoy muy seguro de como comenzó todo el asunto pero pensé qie si iniciaba con una disculpa por no haberla recordado antes las cosas serían más fáciles. Pues menudo error.

Beilia se puso como una fiera y me dijo que no me disculpara si nisiquiera sabía porque lo hacía. Le dije que lo hacía porque no me había acordado de ella antes y se enojó más. Gritó mucho y no me dejó explicarme, y como tampoco me dejaba hablar, pues me desesperé y también termine gritando. Me dijo que para mi debía de ser muy cómodo "escudarme" en el hecho de estar amnesico y yo le dije que no era una situación precisamente agradable.

Me dijo que no tenía perdón por lo que había hecho y que si estaba pensando que por el simple hecho de "olvidarlo" se me disculpaba de todo el daño que había hecho tanto a Aephral como a ella, pues que estaba en un gran error. Volví a pedirle disculpas pero ella insistió en que ni siquiera sabía porque lo hacía así que mejor me callara.

Le dije: "Entonces explícame que pasó", pero yo ya estaba francamente molesto. No estaba de humor para aguantar una pelea sin sentido, sobre todo porque ni siquiera sé aún porque esta ella tan enojada conmigo.

Entonces ella me respondió que no tenía caso decirme nada porque, después de todo, yo nunca escuchaba a nadie. Entonces se fue de ahí y me dejo solo a la mesa.

Apenas Beilia se marchó me vino a la mente algo. Me encontraba caminando por montañas y parecía muy enojado, aparentemente fue lo que siguió al momento en que abandoné a Aephral. Me acuerdó que Beilia me alcanzó a medio camino y me pidió que volviera, pero yo la hice a un lado violentamente y seguí caminando. Luego cambió la escena y estaba yo dentro de una especia de cueva (o algo así) y estaba asistiendo a un evento extraño de los sujetos de negro, parecía un ritual pero no estoy seguro. Yo también vestía de negro y observaba todo cuando alguien tiró de mi brazo, al girarme descubrí que era Beilia y, discretamente, ella me llevó un poco lejos de la reunión. Ambos nos quitamos las capuchas y yo le preguntaba de muy mala manera qué demonios estaba ella haciendo ahí.

Beilia respondía que venía a buscarme, que yo debía volver, pero yo le respondía con un grito que no me interesaba. Entonces ella se desesperaba y me gritaba que Aephral había iniciado su peregrinage hacía un par de meses y volví a responderle que, realmente, me daba lo mismo lo que sucediera con él. Recuerdo que ella, desesperada, se aferraba de mi brazo y lloraba mientras me decía que su hermano, Falker, estaba con él.

Y ya no pude recordar más, no obstante, creo que sé en que termina la historia: En un "No me importa, déjame en paz"

Ahora me doy cuenta de que me porté muy mal con ella en el pasado y que, seguramente, por eso esta tan molesta. Realmente no necesito tanto de su compañía como de la de mi tío, pero no puedo evitar sentirme mal por las cosas que le hice. Me gustaría poder decirle (y que me dejara hacerlo) que realmente siento mucho la forma en que la traté cuando todo lo que ella quería era ser mi amiga. Creo que ahora se han invertido los papeles, pero no me enojo con ella ni la culpo porque sé que debe tener buenas razones.

La duda que me surge con todo esto es ¿Que clase de tipo era yo antes? Esto porque, aparentemente, todo mundo piensa de mi lo peor de las cosas. Aephral cree que lo abandonaré en cualquier momento, Falker definitivamente no me tiene muy buena estima, y Beilia simplemente me detesta por las cosas que hice. Me doy cuenta de que solía ser un verdadero idiota a quien no le importaba los sentimientos de la gente.

Me pregunto si siempre fui así o si lo que sucedió en mi pasado fue lo que me cambió. Sea como sea, me alegra ser como soy ahora.

Ojalá pueda encontrar la forma de arreglar las cosas con Beilia. No estoy seguro de si en el pasado fuimos buenos amigos (o igual y hasta "algo más"), pero en este momento, me gustaría llevarme bien con ella. No tanto por la posibilidad de que ella me diga que fue lo que me pasó (aunque sé se tal vez lo sabe), sino porque pienso que le debo una gran disculpa y no se me ocurre otra forma de compensar mis faltas más que tratando de ser amable con ella.

Espero poder arreglar, al menos un poco, todo lo malo que hice antes.
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2006-06-24 10:36 pm

Las cosas con calma

Ha pasado ya un día desde mi "gran descubrimiento", y aunque aún me cuesta un poco de trabajo asimilarlo, ahora me siento un poco más tranquilo. La última vez que escribí estaba demasiado alterado y, quizá, no podía ver demasiado bien las cosas por toda la agitación del momento, pero ahora me siento un poquito mejor.

Pudimos llegar al templo del hielo luego de algunos "intentos" de Aephral de suicidarse (casi se cae por el borde del puente tres veces), y también luego de una peligrosa guerra de bolas de nieve que casi mata (también) a nuestro invocador, aunque eso hubiera sido por culpa de Beilia, pero en fin.

Me cuesta trabajo referirme a Aephral como "tio" porque, bueno, en mi actual estado es como si alguien a quien siempre he conocido se volviera mi tio de pronto, es difícil dejar de llamarle por su nombre. Sé que es justo alrevéz y que es apenas desde hace poco tiempo que le digo "Aephral", pero... bueno, creo que me explico.

En el templo sólo fue necesaria la ayuda de Sanyed para recoger el Aeon así que Rhafim, Beilia y yo esperamos afuera. Yo platicaba con Rhafim y ella se desapareció en un instánte, luego me di cuenta que era porque Falker nos había alcanzado. Desde el bosque Beilia trataba de no "interactuar" demasiado con su hermano por obvias razones, así que no me sorprendió que se esfumara.

Falker nos saludó seriamente, de la misma forma un tanto despectiva como siempre lo ha hecho y luego preguntó por Aephral. Le dije que estaba dentro, enseguida Falker se fue a rezar frente a una de las estatuas del templo, frente a la de Saia, es decir, frente a la estatua de mi madre. (Será difícil volver a acostumbrarme a esto)

Después de lo que sucedió en el bosque me he dado cuenta de que, muy probablemente, Falker y Aephral se conocían de antes, y quizás muy bien. Pensé en que tal vez si hablaba con Falker obtendría las respuestas aunque definitivamente no iba a ser una cosa fácil ni agradable puesto que, hasta ahora, yo me he portado como un malcriado con él (no pude evitarlo, se me hace una persona muy prepotente). No obstante, a partir de ahora voy a tener que buscar y encontrar respuestas por mi mismo, aunque tenga que terminar preguntando a personas como Falker.

Bueno, como estaba rezando me costó un poco de trabajo abordarlo pero lo hice. Fue una cosa muy rara porque al principio no sabía ni que decirle así que tuve que ir directo al grano y le dije que había perdido la memoria y que acababa de descubrir que Aephral es mi tío pero que él no quería decirme nada. Luego le pregunté si él sabía algo sobre mi pasado.

Me miró y me preguntó porque pensaba yo que él podía saber algo y entonces le dije que era porque, en el bosque, me dio la impresión de que ellos dos se conocían. Inmediatamente luego de que dije eso, vino a mi mente otro recuerdo.

Me vi a mi mismo a mis catorce años (ahora estoy seguro de ello). Estaba de pie en la puerta de la casita con flores en el patio. Todavía no sé donde era pero Aephral estaba ahí, arreglando las flores. Entonces me llamaba y yo me acercaba a él pero Aephral giraba la cabeza hacia el lado contrario al que yo me encontraba. Tenía esa misma cinta que ahora usa sobre los ojos pero, aparentemente, aún no se acostumbraba del todo a su ceguera. Me pidió que le ayudara con las flores y él se levantaba, tomando un bastón y se metía a la casa luego de tropezar con un escalón. Yo me quedaba ahí, me acuerdo que me sentía enojado tan solo de verlo en ese estado y, en ese momento, llegaba la misma persona de la ocasión anterior, solo que esta vez me di cuenta de que se trataba de Falker. Me decía "Dagonnet, ¿esta tu tío?" yo sólo levantaba la mirad y le respondía duramente. Aparentemente nunca me cayó tan bien.

Cuando miré a Falker de nuevo le dije que acababa de recordar que, de hecho, yo también lo conocía, a él y a su hermana, Beilia. Él sólo asentía y me preguntaba que otra cosa era capaz de recordar y le dije que sólamente algunos fragmentos, voces, una pelea que no me hubiera gustado recordar.

Falker asintió y me dijo que no podía decirme que era lo que había pasado, pero que pod+ia decirme cómo podría haber sucedido. Le dije que me lo dijera, que necesitaba saber, pero él me pregunto si realmente quería que me lo contara o si prefería recordarlo por mi mismo. Le dije que tarde o temprano terminaría haciéndolo pero negó mi respuesta alegando que esa no había sido la pregunta. Entonces respondí que prefería hacerlo por mi mismo pero que en este momento me sentía perdido y necesitaba ayuda.

Dijo que si me lo contaba, entonces todo concepto que tenía ahora de Aephral, cambiaría, y que probablemente volviera a irme de la misma forma en que lo había hecho dos años atrás.

En ese momento me acordé de mi gritándole algo a Aephral y luego salir de la casa muy enojado, en medio de un día lluvioso. Luego vino algo que realmente me pasmó: me acordé que yo también formé parte de los fanáticos vestidos de negro que intentan detener a los invocadores, y recordé a Beilia a mi lado.

Miré a Falker que, aparentemente, por mi mirada se dió cuenta de que recordé lo que pasó ese día, y me dijo que no comprendería a mi tio sino hasta saber lo que había pasado, pero que cuando eso sucediera, probablemente me iría de nuevo. Fue entonces cuando las palabras de Aephral al decir "quiero disfrutarte un poco mas" adquirieron algo de sentido, yo no podía creer que se hubiera tratado de algo como eso.

Al final Falker me dijo que sentía mucha pena por Aephral, porque él pensaba que me había recuperado. Yo no tuve tiempo de responderle nada porque se alejó de mi mientras me decía que cuando mi tío se enterara de esta plática, se enojaría mucho con él.

Cuando Aephral salió de la cámara acompañado de Sanyed, emprendimos el regreso. El tio de Rhafim tiene un hoter también por aquí asi que decidimos pasar la noche aquí.

Ahora todos se encuentran en el interior comiendo algo. Yo he preferido permanecer un momento aquí afuera sentado y a solas para escribir un poco. Hace un rato Sanyed salió tratando de convencerme de entrar, pero me negue y me ha dejado su capa.

He tenido que llorar otro poco más. Desde ayer los recuerdos se agolpan en mi cabeza de forma incontrolable, quizá finalmente ha volado el seguro que los contenía. Sé que a partir de ahora las cosas serán difíciles para mi, pero no importa, trataré de ser fuerte y no dejaré que mis recuerdos, sean como sean, me separen de nuevo de Aephral como ya lo hicieron una vez.

Esta vez no me iré.

Ya es tarde y el frío comienza a apretar. Lo mejor será que entre ya, además, me gustaría hablar con Beilia y disculparme por todo lo mezquino que he sido con ella, y también me gustaría probar si puedo platicar con ella lo que no puedo platicar con Aephral. Honestamente lo veo dificil porque ella parece odiarme, pero quizá si admito que me he comportado como un tonto ella me perdone y me deje acercarme.

Espero que mi cuaderno no se ofenda pero, me gustaría que alguien me contestara de vez en cuando...
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2006-06-23 10:13 pm

Otro ataque del hombre de negro

Lo que ha pasado hoy ha cambiado... muchas cosas, pero no sé de que manera.

Acabo de descubrir que Aephral es... el mago negro que veo en mis recuerdos y que yo soy ese niño. Aephral es... mi tío. Quizás debería estar feliz o algo así por haber encontrado a quien estaba buscando pero, honestamente no sé como sentirme. Vengo de haber hablado con él, fueron sólo un par de frases pero no ha sido agradable. No sé que pensar ni nada y lo único que puedo hacer es tomar mi cuaderno escribir, porque de momento no hay otra forma de desahogarme ya que el llorar de momento no me ayuda, no cambia nada y, sin embargo, no puedo evitarlo.

Todo comenzó esta tarde cuendo nos dimos cuenta de que estabamos perdidos. De puro milagro dimos con Falker, otro invocador que no nos resulta muy agradable. Nos encontramos en el bosque y nos puso de vuelta en el camino, pero apenas nos alejamos entre los árboles, apareció ante nosotros el mismo sujeto vertido de negro y con la espada roja. No lo he mencionado antes pero es un sujeto muy fuerte y de temer y contra quien, de no ser por la ayuda de un aeon, no hubieramos podido salir vivos.

El sujeto de negro retó a Aephral a una batalla songular. Parecían conocerce pero eso es irrelevante puesto que, mientras Aephral trataba de invocar, el tipo de negro lo atacaba y no lo dejaba. No paraba de retarlo a que "usara su magia como lo hacía antes" y lo atacaba con magia negra muy poderosa. Aephran no nos permitió luchar a su lado pero a mi no me importó y estaba dispuesto a ir a ayudarlo aún sabiendo que no era rival, no obstante, de pronto Aephral soltó el báculo y lo dejó caer al suelo, y para sorpresa de todos, comenzó a pelear con magia negra muy poderosa.

El tipo de negro sonreía y alegaba que era gracias a Aephral que él sabía usar magia negra, en ese momento algo vino a mi mente, eran Hawk y el mago negro esperando a Saia en un templo, y Hawk le pedía a su hermano que le enseñara a usar magia negra. Luego de aquello yo me quedé en blanco, me negaba a creer en ese momento que se tratara de las mismas personas porque, después de todo, podía ser una coicidencia, era una situación que podría con miles de otras personas, no era necesario que fueran ellos. Sin embargo, muy dentro de mi comprendí que, aún cuando el sujeto de negro no fuera Hawk, el mago negro si era Aephral. Algo en mi me lo decía pero no podía reaccionar, quizá porque inconsientemente me negaba a soltar esa memoria.

De pronto Aephral hizo algo que a todos nos dejó estupefactos, incluso Rhafim se asustó mucho al verlo. Fue como si Aephral utilizara la oscuridad del bosque y atacara con ésta al tipo de negro, quien luego de aquel ataque, simplemente desapareció. Cuando la poca luz del bosque regresó, sólo estabamos nosotros y Aephral estaba ahi, de rodillas en el suelo.

Me acerque para levantarlo y no me rechazó, yo todavía no podía creer lo que había visto en mi mente y traté en ese momento de ignorarlo. Tomé el báculo en el suelo y se lo ofrecí, pero se negó a tomarlo y trató de caminar por si mismo. En un momento apareció Falker quien había escuchado el grito de Rhafim, se acercó a Aephral y le preguntó que pasó pero Aephral no dijo nada. Falker entonces me quitó el báculo y, luego de decirle a Aephral algo que no escuché, éste decidió tomar el báculo de nuevo y volvió a caminar.

Mientras nos alejabamos de Falker, él me dijo que cuidara de su hermana y me di cuenta de que se refería a Beilia. Me di cuenta que había sido muy prejuicioso con ella, de que la había juzgado sin saber nada porque, ahora me daba cuenta de que ella estaba con los fanáticos porque quería detener a Falker, quería evitar que su hermano muriera.

Llegamos a un pequeño claro y decidimos parar, todo mundo estaba muy cansado para contunuar, en especial Aephral, quien por primera vez se sentó aparte de todos y se quedó serio y callado. Luego de cenar, él se levantó y fue, como siempre, a buscar un buen lugar para sentarse. Hasta ahora no sé como lo hace pero siempre encuentra lugares muy bonitos a la vista y se sienta, como si aún pudiera ver.

En ese momento yo trataba de escribir algo en mi cuaderno pero no podía armar una idea coherente, aún no estaba seguro de nada de lo que creía saber y entonces decidí levantarme y seguirlo. Le dije a Sanyed que daría una vuelta, pero en realidad me disponía a ir tras él. He traído el cuaderno conmigo esperando lograr algo pero... no sé.

Lo encontré sentado ante un lago en medio del bosque, como mirando y esperano a que pasara algo, como siempre. Al principio dudaba mucho porque no estaba seguro de que decirle, pero entonces recordé algo más, algo que ya no me dejo ninguna duda y lo que, finalmente, de dijo lo que creí haber deseado todo este tiempo.

El niño llegaba con Hawk y le preguntaba sobre su madre. "¿donde esta mamá?" preguntaba y Hawk le decía que estaba con su tío y que necesitaba que la cuidara porque creía que su tío se la quería quitar. Entonces el niño iba a lado de Saia y del mago y le decía lo que le había dicho Hawk. Saia reía y le decía al niño "Dagonnet, dile a tu papá que estoy con tu tío... y que me esta abrazando". El niño, quien en ese momento comprendí era yo, regresó con Hawk y le dio el recado. Hawk sólo se puso muy molesto y sacando la espada dijo "Aephral, mas te vale que no sea en serio o te voy a matar!"

Al momento en que comprendí todo aquello con claridad, ya estaba llorando sin siquiera heberme dado cuenta de cuendo comenzó. Me acerque con cuidado a Aephral y, tratando de controlar mi voz para que no se diera cuenta le pregunté porqué razón no me dijo nada.

Él se giró sonriendo levemente, casi tristemente, pero no me respondió. Yo sólo reiteré mi pregunta "¿porqué?" le dije "¿Porque no me dijiste nada?... ¿Porque me dejaste buscar como un tonto por todos lados en lugar de decirme desde el principio quien soy yo y quien eres tu?"

Aephral bajó la cabeza "Si te lo hubiera dicho, te habría perdido de nuevo"

Yo no entendí la respuesta y le pedí que me explicara lo que me decía, que me dijera qué cosa me había pasado, pero negó con la cabeza y sólo respondió "No lo entenderías"

"No entendería ¿qué?" le dije pero él se dio la vuelta de nuevo y me dio la espalda.

"Sólo dejame disfrutarte un poco más..." fue lo último que dijo. En ese momento supe que no me diría nada, que no importaría cuanto se lo pidiera, no lo haría, y me enojé con él. Me fui de ahí sin decir nada más y me senté aquí a escribirlo todo y a descargar toda mi frustración en este cuaderno, porque no hay nadie aquí con quien pueda hablarlo.

Maldita sea... ¿porque es ahora, cuando me doy cuenta de que alguien que me conoció esta justo a mi lado, el momento en el que me siento más solo que nunca?

Sé que hay algo mal en mi pasado, lo sé porque Hawk, mi padre, y Aephran, mi tío, estaban peleando. Yo sólo quería hablar con alguien y pensé que podría ser él. Mi pasado, sea cual sea que haya sido, ahora sé que no fue agradable, sé que tanto él como yo salimos lastimados por la forma en que él me habla, por ese "Sólo dejame disfrutarte un poco mas".

Pero me siento mal, me siento muy mal, me siento solo y perdido y no hay nadie en este mundo a quien pueda decírselo sin que salga huyendo como lo hizo Aephral al darme la espalda. No me molesta que no me diga las cosas porque sé que, tarde o temprano, volverán a mi de la forma en que lo han hecho hasta ahora. Lo que me molesta y me desconsierta es el hecho de que Aephral, siendo lo único que tengo en este momento y que ha sido parte de mi vida por mucho tiempo, me evite así, con un simpre giro.

Maldita sea... ¿Que no ve que me muero de miedo?. Estoy sólo en medio de un montón de imagenes que no puedo entender y de las que lo único que sé es que hay algo muy malo, no sé como enfrentarlo, ni siquiera sé que fue lo que pasó. ¡¿Como se supone que me lo tome?! ¡¿Qué se supone que sienta o que encuentre si no hay nadie que me diga qué es lo que tengo que encontrar o enfrentar?!

¿Porque Aephral me deja solo y así...? Tengo miedo y me siento solo y perdido y ya no sé que pénsar o que hacer o que demonios es lo que pasa. Quiero llorar y gritar que no puedo solo con esto, simplemente no puedo solo... maldición.

Pero sé que no importa que tan fuerte llore o grite, nadie va a venir a buscarme... nadie lo ha hecho hasta hoy.

Me perdí, desperté en un templo medio de un desierto y nadie ha preguntado por mi. No soy como el papá de Sanyed a quien ella busca sin parar, o como Rhafin a quien su mamá espera en casa, o como Beilia y Falker que se preocupan uno por el otro. A mi nadie va a venir a buscarme aunque grite y llore que no puedo seguir solo con esto.

No puedo... me muero de miedo...
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2006-06-23 09:08 pm

Una Cicatriz

Entramos al largo camino de Mi-hen, el cual, según Aephral nos tomaría varios días recorrer, así que para acortar las distancias decidimos rentar chocobos. Todos estaban encantados con la idea excepto Ae-pan, quien mostró gran rechazo a la sola idea de subirse a uno de esos animales. No obstante sabíamos que montar chocobos era la forma más rápida y más fácil de cruzar todo Mi-hen, así que hicimos trampa y Rhafim preparó un somnifero y se lo dimos a Ae-pan. Cayó dormido al instante y lo subí en mi chocobo, de esta forma acortamos un viaje de tres días a pie, a solo uno.

Mientras viajabamos, recordé algo acerca del mago negro y Hawk. Recuerdo que el mago negro montaba un chocobo muy a duras penas y Hawk le hizo la mala broma de pinchar al ave con su espada. El chocobo se enfureció y tiró al mago negro, luego lo ataco. Hawk y el niño estaban muertos de risa, Saia sólo sonreía y el mago alegó que no quería volver a trparse a un chocobo por el resto de su vida.

En fin. Resulta que cuando llegamos casi del otro lado y pasamos al otro hotel del tío de Rhafim (si, el mismo tio), decidimos dejar descansar a nuestro dormido invocador. Renatmos un cuarto puesto que Ae-pan no parecía ir a despertar pronto (y no lo hizo sino hasta luego de día y medio), y mientras le quitaba la ropa para ponerlo cómodo, descubrí una larga cicatriz que atravezaba todo el tronco de Aephral de forma transversal. Algo vino a mi mente en ese mismo intante.

Vi un lugar donde había ruinas y mucha agua. Estaban ahí Saia, Hawk, el mago y el niño; pero había algo diferente en el ambiente. Ella se veía triste y los dos hombres tenían una expresión grave, el niño no parecía entender del todo lo que sucedía. Entonces Saia atravezó una puerta y desapareció tras ella, dejando fuera a los otros tres; Hawk se acercó a la puerta y se recargó en ella, cabizbajo y con los puños apretados.

El mago negro lo observaba fijamente y manteniendo al niño detrás de él, como tratando de protegerlo. De pronto Hawk decía algo, no podía escuchar qué porque, en lugar de las frases que se decían, yo sólo escuchaba esas cosas sobre los Al.bhed que decía Saia, o lo del Blitzball que decía Hawk. Entonces Hawk desenvainó la espada y atacó al mago negro, quien en ese momento aventó lejos al niño y, al leer sus labios, pude ver que le decía "corre". Lo último que vi fue a Hawk y arremetiendo contra el mago negro.

Cuando volví a encontrarme en la habitación y estaba ante mi el cuerpo desnudo de Aephral, volví a analizar la cicatriz grande. Lo cierto era que el hombre tenía numerosas marcas en su cuerpo pero la cicatriz transversal era especialmente notoria, sin embargo, al recordar el momento en que Hawk atacaba, me di cuenta que su embiste no podía haber provocado esa marca ya que lo que Hawk atacaba era el cuello del mago.

Pensé que debía ser una coicidencia, cubrí a Ae-pan y lo dejé dormir, por ahora todavía tenemos mucho camino por delante y yo también tengo que descansar.
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2006-06-23 05:23 pm

La chica rara del bosque

Por todos los santos, Aephral se cayó de las escaleras en la mansión de Guadosalam. Creí que se iba a matar pero no le pasó nada (al menos no más de un chichón en la cabeza y un buen moreton en un brazo).

No quiero sonar grosero ni desconsiderado pero, la verdad fue algo muy gracioso. Incluso me ayudó a recordar lejanamente a Hawk diciéndole al mago negro algo así como "Eres tan torme que tu sólo te acabarías todo el hielo de Macalania".

Se me hizo un un comentario muy acertivo y no pude evitar hacercelo a Aephral, pero cuando lo hice, él se puso muy serio, casi como si lo hubiera ofendido. Pero creo que no fue nada, mas bien me debe hacer entendido otra cosa porque, luego de preguntarme, muy serio, qué cosa había dicho, se rió un poco también.

Pero en fin, yo iba a escribir sobre la muchacha tan rara qu nos encontramos ayer en el bosque mientras nos dirigíamos a Guadosalam.

Estaba vestida de negro igual que los fanáticos que nos han estado atacando por todo el camino (creo que había olvidado mencionar eso ñ.ñU). Alegando que la había mandado el "jefe" a detener el peregrinado de todos los Invocadores, y en este caso, específicamente Aeprhal porque era "especialmente peligroso" (no me pregunten). Estos Fanáticos tienen la interesante teoría de que si dejamos que Sin acabe con uestros pecados (y nuestras ciudades, pueblos, familias, etc, etc.), tarde o temprano se irá. Pero, puesto que es una teoría bastante ridícula, pues mejor lo matamos XD.

Ah si!, la chica. Pues intentó detenernos pero Sanyed se encargó de ella, y luego de amarrarla la tomó casi casi como mascota y la llevó a casa (eso también fue muy gracioso) La muchachita insiste en no decir su nombre, y bueno, la dejamos ser, tarde o temprano tiene que ceder.

La verdad es muy rara, tiene muy mal caracter y parece ser algo así como "mi enemiga natural" puesto que, aparentemente, le resulto especialmente antipático, a mi sólo me da mucha risa. La chica ha decidido seguirnos en nuestro peregrinado puesto que todavía cree que puede detenernos, y bueno, como ya dije antes, todos la dejamos ser. Es obvio que no es una amenaza, incluso Rhafim lo sabe.

De momento hemos decidido detenernos un momento en el pequeño hotel del tío de Rhafim que se encuentra en medio de las Llanurad del Trueno (alguien debe de estar loco para decidir construir un hotel aquí) y bueno, ahora nos tomamos un descanso, mañana contuniaremos con el viaje.

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Oh sorpresa!, la chica finalmente ha revelado su nombre. Se llama Beilia, lo apunto aquí para que no se me olvide. Realmente no ha sido ella quien nos los dijo, fue Sanyed XD.

A lo mejor suena medio raro pero, ese nombre me suena. No debe ser nada, despues de todo es un mundo grande y debí de haber conocido a un monton de mujeres llamadas así. De todos modos, no deja de ser familiar.

Es reconfortante cuando me pasa algo "familiar".
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2006-06-22 04:53 pm

Continuando el Peregrinado

Después de la inaguración del torneo y de que la mayor parte de las personas se la pasaban dentro del estadio. Aephral decidió que esra un buen momento para seguir adelante. Rhafim no quería porque setaba feliz viendo los partidos pero Sanyed lo convenció (no sé como).

Mientras sáliamos de Lucca, vino algo nuevo a mi mente y descubrí que tanto Hawk como el mago negro son hermanos, lo cual me desconcierta un poquito puesto que, el señor Sabelotodo no lo mencionó cuando le pregunté sobre la familia de Hawk (quizá no lo sabe todo realmente)

En fin...

Mientras recorríamos el camino para llegar al templo de Djose vi al mago negro y al niño caminando también por ahí. Estoy seguro que sólo lo vi en mi mente pero parecía muy real, casi como si fuera yo quien lo viviera porque, recuerdo que por un momento me pareció estar en el lugar del niño. El caso es que el par recorría el mismo camino que nosotros pero como si vinieran de regreso, lo extraño fue que esta vez venían sólos y el mago parecía malherido puesto que el niño practicamente era lo único que le impedía caer al suelo. El pequeño sólo decía "aguanta, ya casi llegamos" una y otra vez.

Cuando volví en mi me encontraba de pie en medio del amplio sendero y resagado. Me temblaba todo el cuerpo y tardé un momento en tranquilizarme. De todas las cosas que he recordado hasta este momento creo que esta es la primera vez que me altero tanto. No sé, algo dentro de mi que me dice que hay algo muy malo en mi pasado pero... aún así estoy decidido a seguir buscando porque, después de todo, aparentemente no me queda nada más en este mundo aparte de mi mismo, y me necesito completo.

Sé que, probablemente no me guste lo que encuentre, pero necesito saber que fue lo que me pasó porque... simplemente porque no puedo vivir mi vida así.

Ahora nos encontramos en el templo de Djose y mientras esperamos a que Aephral salga de la cámara del Aeon, he visto algo más. Mis recuerdós han sido un tanto mas nítidos últimamente y eso me asusta porque, por primera vez, siento como si realmente fuera a mi a quien le pasaron esas cosas.

Esta vez ha sido algo diferente a todas las veces anteriores porque no aparecían ni Hawk ni Saia, ni el mago negro ni el niño. En su lugar vi un pueblo pequeño que no reconozco, sólo recuerdo que era una casita de puerta estrecha a cuyos lados había muchas flores. Había alguien sentado en las escaleras de la puerta y era un muchacho de unos 14 años a lo mucho, no obstante, estoy seguro que era el mismo niño que yo veía antes.

Se encontraba cabizbajo y taciturno cuando una persona, quien no estoy seguro de quien era pero se me hace extrañamente femiliar, se acercaba al muchacho y le preguntaba por su tío, obviamente el mago negro. Vi como el chico levantaba apenas la mirada y no´té en él una expresión muy dura, noda que ver con el niño que recuerdo. El extraño sólo suspiraba y negaba con la cabeza y luego le decía al chico que se fueran de ahí, que se mudaran porque estaba claro que a nadie le hacía mucha gracia su precencia. El muchacho apretaba los puños y fruncía el ceño, se le veía furioso pero no decía nada.

Fue ahí donde volví en mi y de nuevo me encontrába en el templo.

Sanyed me dice que duerma pero no puedo, las cosas que he recordado son demasiadas pultimamente y no logro darles un orden o una coherencia. A veces me gustaría platicar con alguien pero sé que Sanyes dólo movería la cabeza y me reiteraría su apoyo, Rhafim acabaría contandome sobre algún familiar suyo y Aephral... la verdad no sé si siquiera reaccionaría.

Me siento mal y me siento solo pero no puedo dejar que me vean así. Tengo que mostrar una buena actitud a lo largo del viaje por todos, por Rhafim que todavía no sabe del precio de ser un Invocador, por Sanyed porque no puedo dejarle todo el peso a ella, después de todo ella ni siquiera tendría porque estar aquí. Pero sobre todo, creo que por Aephral porque ya debe tener suficiente con... con todo.

Es estúpido seguir escribiendo en este momento, voy a llenar el cuaderno de agua y se va a correr la tinta. Seguiré cuando me calme.
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2006-06-19 09:03 pm

Blitzball por doquier!

Al llegar a Luca nos topamos con que mañana iniciaría el torneo de Blitzball y que, por el montón de gente y demás cosas, nuestro viaje se retrazaría un poco. Sin embargo todos nos lo tomamos con filosofía y decidimos sacar lo mejor de la situación.

Aephral nos llevó a un restaurante de Curri de lo mejor (aunque yo no pordía decir que es el mejor que he probado porque, bueno, no recuerdo si lo he comido antes ñ.ñU). Luego cada quien se fue por ahí a conocer la ciudad.

Rhafim ha andado muy extraño ultimamente, como que se trae algo entre manos. Sólo espero que no este planeando un robo grande o algo así porque nos causaría muchos problemas, sin embargo, aparentemente Sanyed (mi amiga Guado) tiene algo que ver, así que no debe haber problema.

Dejé a Ae-pan (que es como Rhafin y yo le decimos a Aephral) en el restaurante comiendo todo el curry que deseara y me dirigí hacia el estadio de Luca en busca de la deseada información. Había un tipo ahí afuera a quien todos adulaban por ser "El-Señor-Lo-Sé-Todo-Sobre-El-Blitzball" y decidí probar suerte.

Había mucha gente lanzando preguntas y cuando le pregunté sobre algún registro dijo que no habia necesidad de que me lo dijera poesto que él mismo podía contestarme cualquier pregunta sobre cualquier jugador.

Le pregunté entonces sobre un sujeto que estaba en la banca de los Goers hace como doce años y que, al lesionarse el capitan, entro a jugar y salvó el campeonato para su equipo. El sujeto lo pensó largamente y luego de un momento me dijo, muy seguro de si mismo, que debía tratarse de ese mal chiste llamado Hawk. Al principio no podía creerlo puesto que yo pensaba que se trataba de un gran jugador, pero luego de que me contaron de cómo "salvó" el partido ya no me quedó ninguna duda (hizo reír tanto al portero oponente que logró anotarle cuando el pobre sujeto estaba más ocupado en tratar de respirar que en vigilar su portería), se trataba del mismo porque recuerdo que el mago negro le decía constantemente que él sólo había salvado el partido debido a un "feliz error de la vida".

Bueno, al menos ya tenía el nombre, pero luego, cuando le pregunté dónde podría encontrarlo, el señor sabelotodo negó con la cabeza diciendo que luego de aquel torneo se había retirado del Blitzball y se había ido con su esposa y su hijo; y que desde entonces no se sabía sobre él. Le pregunté sobre su familia y, aunque no me dijo nada sobre el niño, me dijo que su esposa era una Invocadora.

Con esto no me es difícil asumir que, el tal Hawk y la mujer llamada Saia eran pareja, por lo que, muy prbablemente, el niño en mis recuerdos podría ser su hijo. Sin embargo, aunque no sé nada más, la posibilidad de encontrar al tal Hawk también se desvanecía puesto que hacía doce años que había desaparecido, y si su esposa estaba muerta, no sería tan extraño que él también lo estuviera.

Nuevamente me encuento en medio de la nada y, ahora, lo único que me queda es tratar de averiguar la identidad del mago negro, aunque creo que eso va a ser realmente difícil.

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Por alguna razón, caminar por Luca hace que ciertas cosas pasen por mi mente. Mientras caminaba por los muelles, vi claramente al niño junto a Hawk esperando a que llegara un barco. El pequeño estaba muy ansioso ya que deseaba un autografo. De pronto el mago negro también estaba ahí y le decía a Hawk que lo único que lograría era que todo mundo se burlara de él, pero no parecía importarle al alegre sujeto de la coleta, y el niño sólo sonreía.

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De regreso en el restaurante le hablé un poco a Aephral sobre lo que había averiguado y sólo sonrió. Supongo que esta contento de mi pequeño y poco significativo progreso, y en realidad es bueno que alguien se alegre por mi porque, me siento completamente sin dirección. Sin embargo, Ae-pan se porta a veces un poco extraño cuando hablo sobre mis recuerdos. Aveces sólo sonríe, a veces no dice nada.

Comienzo a sospechar que conoció al cuarteto que veo en mi mente, o sino, al menos a Saia. Le preguntaría pero, no me siento lo suficientemente confiado, además él esta muy ocupado con su Peregrinado y no creo que sea conveniente preguntarle nada. De todos modos todo aquello fue hace ya muchos años y, realmente, dudo que recuerde algo con lo despistado que es.

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Nos quedaremos en Luca hasta que pase la inaguración del campeonato, eso será hasta mañana, de ahí iremos hacia el templo de Yevon-Djose por el siguiente Aeon, por ahora no hay mucho que pueda recordar.
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2006-06-19 08:31 pm

Sobre la mujer

En el templo de Besaid hay varias estatuas de Invocadores anteriores que han traido la Calma. Lo más extraño es que una de las estatuas me recuerda mucho a la mujer que veo en mi mente.

Aunque esta muy borrosa aún la imagen, puedo decir, a ciencia cierta que es la misma persona, tanto por el ropaje que lleva, tanto por el pendiente que porta ya que, este último, es muy parecido, si no es que igual, al que yo tengo en mi bolsillo.

Si todo lo anterior es cierto, eso quiere decir que se trata de una invocadora.

Veré que puedo averiguar al respecto.

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Le he preguntado al sacerdote del templo sobre la identidad de la mujer y me ha dicho que su nombre es Saia, y que es un personaje muy querido puesto que fue ella quien derrotó a Sin hace ya doce años y trajo la Calma actual, o por lo menos la que acaba de terminar.

Esta nueva imformacion me hace un poco... infeliz. Todo parece indicar que esta mujer, quien parece ser una parte importante de mi pasado, esta muerta. Y no sólo eso, sino que han pasado doce años enteros desde que falleció.

Me siento perdido. Pesné que al ser un personaje importante podría da con ella facilmente y averiguar algo sobre mi pero, aparentemente, eso ya no va a ser posible.

Por ahora sólo me quedan dos opcciones abiertas para averiguar algo sobre mi pasado: El sujeto que era jugador de Blitzball, y el mago nego de quien aún ignoro casi todo.

No puedo darme por vencido.

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Aephral, quien es el Invocador al que resguardo junto a mis compañeros, dice que después de pasar a Kilika nos dirigiremos hacia Luca, la capital del Blitzball. Esto me devuelve un poco los ánimos puesto que en mis recuerdos el tipo de la coleta era un gran jugador, o alegaba de serlo.

De ser así estoy seguro de que habrá algún registro o algo así donde pueda averiguar su identidad y, quizá, hasta su paradero.

Estoy ansioso de llegar a Luca.
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2006-06-18 11:16 pm

Nuevo Descubrimiento

Poco a poco las imagenes en mi mente se han ido haciendo un poco más claras. Sigo sin poder distinguir los rostros pero ahora sé que hay cuatro personas en mis recuerdos, dos hombres, una mujer y un niño pequeño.

La mujer sostiene un báculo largo, lo cual me hace suponer que, tal vez, también sea una invocadora. Sobre todo por el hecho de que el pequeño niño insiste en ser "su guardian".

Ella se porta muy amable con el niño, lo acaricia constantemente y con mucho afecto, no obstante podría haber mil razones para este comportamiento.

De los dos hombres, uno de ellos tiene una larga coleta y carga una espada, mientras que el otro, a quien aún no distingo bien, aparentemente es un mago negro.

Por ahora es todo lo que sé.

Acabamos de embarcarnos en un viaje de tres días por mar y, bueno, veremos que más puedo recordar mientras tanto.
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2006-06-16 11:20 pm

Re-Conociendo el Mundo

Desde que me han regalado un cuaderno, he decidido escuchar un buen consejo. Así pues he decidido iniciar este diario a fin de poder, de alguna forma, recuperar lo que he perdido.

Me llamo Dagonnet, tengo 17 años y eso es todo lo que recuerdo.

Me desperté en una cama dentro de un cuarto amplio y circular en el que no había absolutamente nadie. Me levanté y salí del cuarto buscando a otras personas pero nadie respondió, y mientras merodeaba encontre en otro cuarto a un niño de menos de diez años de edad llamado Rhafim.

Él me llevó donde su madre y me dejaron permanecer con ellos un tiempo al darse cuenta de que, efectivamente, había perdido la memoria. Al principio no me creían y se mostraban desconfiados conmigo pero no tardaron en darse cuenta de que era sincero con ellos.

Al día siguiente, luego de averiguar que el lugar donde me encontraba era un templo, hubo un gran alboroto y alguien llamo a la puerta. No me asomé porque estaba tendiendo mi cama, y para cuando salí del cuarto el visitante ya se había marchado.

Había mucho albroto y Rhafim me dijo que lo acompañara a ver, y fui con él. Afuera había un par de hombres rodeados por toda una multitud, y a uno de ellos, uno que tenía un largo baston con una medioa luna coronándolo, todo mucho lo saludaba con gran respeto y le hacía extrañas reverencias.

Rhafim pareció distinguir a alguien entre la multitud y le guió hasta donde se hallaba una mujer de aspecto muy extraño, aparentemente era la visita que había tocado la puerta de Rhafin esa mañana. Comenzamos a hacerle preguntas puesto que parecía saber de que se trataba todo el barullo y nos dijo acerca de la identidad de los dos sujetos.

El del bastón era alguien a quien llamaban "El Invocador", y aparentemente es un sujeto muy importante; la otra persona era su guardian. Los vimos desaparecer dentro del templo y luego volvimos a casa de Rhafin llevando a la visitante con nosotros.

Luego me explicaron que ella era una "Guado", pero su raza no me decía mucho más que el pequeño medallon que llevaba en el bolsillo (el cual, de no ser porque Rhafin trato de robármelo, no tendría idea de tener). Pasamos la noche y por la mañana había de nuevo mucho escándalo.

Salimos a investigar y descubrimos a un monstruo gigantesco atacando el pueblo. El Invocador y su guardián luchaban pero el monstruo mató al guardian. Rhafim saltó para ayudar seguido de la Guado, yo los segui después.´

Logramos derrotarlo gracias a los poderes del Invocador y, al final, decidimos unirnos a él y ser sus guardianes. Fue una cosa muy extraña ya que realmente no hay mucho que yo sepa de su religión, pero lo hice tanto porque no podía dejar ir sólo a ese hombre (que por cierto esta ciego), tanto porque tenía la impresión de que mi pasado se encontraba en algun lugar, y sólo viajando podría encontrarlo.

La Guado me hizo el favor de regalarme este cuaderno para poder ir escribiendo en él las cosas que vaya recordando poco a poco a fin de poder ir reconstruyendo lo que soy.

Me siento realmente confundido, y abandonado. No conozco a nadie y nadie parece reconocerme, me pregunto si estoy solo del todo y me pregunto cómo fue que llegué a aquel templo en medio de la nada. Cuanquiera que sea el caso, realmente me alego de tener a Rhafin y a su rata-mascota a mi lado; me hacen sentir que no estoy tan solo.

Por ahora, escucho constantemente dentro de mi mente la voz de una mujer que me advierte constantemente de los Al-Bhed, pero Rhafim no es una mala persona, y puesto que de momento no tengo a nadie más, cero que no tengo porque hacer mucho caso a esas voces.

Sin embargo no puedo dejar de preguntarme quien es esa mujer...